Cuando hablamos de software a medida nos referimos a aquellos programas desarrollados exclusivamente para una empresa en concreto, con peculiaridades y funcionalidades únicas pensadas para adaptarse a sus necesidades (y las de sus clientes) presentes y futuras.
Contar con software a medida permite amoldarse a cada uno de los requerimientos que necesita una empresa, ya que su desarrollo se ha realizado bajo una serie de peticiones personalizadas.
No importa el sector que lo requiera, cada vez más empresas dependen de procesos y soluciones tecnológicas que faciliten sus flujos de trabajo para mejorar los tiempos de gestión y organización interna.
Desarrollo personalizado
En la actualidad, podemos conseguir software gratuito, que no cumple todas las expectativas planteadas o incluso tiene funcionalidades restringidas de pago. También las empresas pueden comprar herramientas genéricas que cumplen algunas de sus necesidades, aunque no todas, e incluyen otras muchas funcionalidades que no se necesitan y que terminan complicando su usabilidad.
En definitiva, en estos casos son las empresas las que se adaptan a las herramientas y no estas a sus necesidades.
Y es aquí donde entra en juego el software a medida, el mismo que es diseñado, como hemos dicho, acorde a lo que la empresa o usuario demande, con la posibilidad de ser modificado según los cambios que se vayan presentando.
Crear un software a medida es un proceso que cuenta con diferentes momentos:
- Análisis. Escucha activa y revisión de procesos y sistemas que utiliza la compañía. Aquí se estudian los requisitos de manera exhaustiva para involucrarse con las necesidades de la empresa.
- Prototipado. Se trabajan los casos de uso y flujos de navegación, con ellos se diseña toda la lógica de la herramienta y su planteamiento. Se presenta una propuesta de mejoras, su planificación y prototipo de los cambios.
- Diseño. Aplicando los estándares de usabilidad y diseño para validar la experiencia de usuario, se realiza un diseño alineado con la identidad de la marca.
- Desarrollo/Ejecución. Creación de la arquitectura extensible y escritura del código. En esta fase también se realiza la integración con las tecnologías de los clientes.
- Testing & QA. Donde se realizan las pruebas funcionales tanto manuales como automáticas.
- Despliegue & Soporte. Fase de acompañamiento durante la etapa final de puesta en producción en un entorno real para monitorizar la estabilidad del proyecto.
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